lunes, 5 de mayo de 2014

Sirope o crema de Toffee

Que se puede decir de un día como el de hoy????, se puede pedir más a la vida???, el sol brillando en un precioso cielo azul,  una temperatura ideal para salir a pasear, unos estupendos ratos de charla con amigas, la maravillosa compañía de la familia, y la llegada a casa de mi tan deseado regalo familiar por el día de la madre. Ainssss, estoy emocionadita, mirar que belleza me han regalado


ya se, no es lo mismo que los preciosos regalos que me hicieron ayer mis niños, esos eran regalos hechos con mucho amor, y esos dibujitos tan bonitos, esos regalos no tienen precio, pero esta maquinita me tiene enamorada, y además, la necesitaba desesperadamente, hacer todas las masas y cremas con unas varillas manuales o una batidora que ultimamente parecía que iba a explotar es un trabajo duro, y en muchas ocasiones me deslucía el resultado final, y es que, desde que mi thermomix dijo que necesitaba jubilarse mi experiencia repostera ha ido de mal a peor. A ver si ahora con la maquinita hago unos merengues y unas cremas de chuparse los dedos.

Bueno, pues entrando en materia, hoy y después del escaqueo de ayer, si que hay receta . La de hoy dulce, dulce, un básico para utilizar como decoración de vuestras tartas, o como ingrediente de postres varios. Yo lo uso mucho, y antes lo compraba de la marca Dr. Oetker, pero siempre me pasaba lo mismo, cuando lo necesitaba se me gastaba, y para colmo, solo lo encuentro en un supermercado a más de 20 km de casa, y no siempre lo tienen, así que me puse a investigar en la red, y a hacer pruebas hasta he conseguido un sirope que en casa dicen, no tienen absolutamente nada que envidiar al que compraba.

Yaaa, ya se, me voy otra vez por los cerros de Ubeda, venga, allá vamos con la receta:

INGREDIENTES:

- 240 gr de azúcar
- 80 ml de agua
- 200 ml de nata de montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 60 gr de mantequilla
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.


ELABORACIÓN:

Iniciaremos nuestra preparación elaborando un caramelo y como en este tipo de preparación, prescindiremos de utilizar una cuchara para remover al objeto de evitar la cristalización del azúcar. Pondremos en un cazo el agua y el azúcar y llevaremos a fuego medio a ebullición. Moveremos de tanto en tanto la preparación mediante movimientos circulares de nuestro cazo sobre nuestro fuego y estaremos muy atentos dado que el azúcar se quema con facilidad, y si esto ocurriera, el caramelo amargaría.






Movemos y mantenemos en el fuego hasta que nuestro caramelo adquiera un color ambar, ese tono anarajando dorado tan bonito. Una vez hemos alcanzado ese punto de caramelo, lo retiramos del fuego y añadimos con cuidado de no quemarnos la nata. Yo utilizo un truco para evitar salpicadura, apoyo una cuchara de palo en la pared del cazo y vierto sobre la cuchara con cuidado la nata. Al contacto con la nata, nuestro caramelo se solidificara, removemos para que se disuelva en la  nata recién añadida. 



A continuación añadimos la mantequilla y la esencia de vainilla, removemos hasta que todos los ingredientes quedan incorporados y llevamos nuevamente al fuego. Dejamos hervir removiendo para evitar que nuestra crema se queme  hasta que adquiere la consistencia adecuada, aproximadamente unos cinco minutos desde que vuelve a llegar a ebullición.





Para comprobar la consistencia del sirope, uso un viejo truco usado normalmente para la elaboración de la mermelada, y es dejar caer unas gotas de la preparación sobre un plato que he tenido durante un rato en el congelador. Al contacto con el plato, el sirope se enfría y muestra el punto de consistencia que tendrá una vez que se haya enfriado a temperatura ambiente. Recordar que si lo conservamos en nevera, en cuyo caso durará en perfectas condiciones durante más tiempo, se esperará un poco más.


Una vez alcanzado el punto de consistencia deseado, vertemos la preparación en un bote de cristal que previamente habremos esterilizado y dejaremos enfriar a temperatura ambiente. Si vamos a tardar varios días en consumirlo, lo guardaremos en la nevera una vez que esté frío.


UN PEQUEÑO TRUCO:  Aunque no es demasiado ortodoxo, si una vez que vuestro sirope comienza a enfriarse, observáis que ha quedado más espeso de lo que queríais, podéis diluirlo un poco añadiendo al sirope unos 10 o 15 gr de mantequilla y un chorreón de nata, volvéis a poner en el cazo, y dais un golpe de ebullición. La cantidad de nata, dependerá fundamentamente de lo espeso que haya quedado vuestro sirope y el punto en el que lo queráis.

Y esto es todo por hoy. Espero que esta receta de este básico os guste, y ya sabéis, si os animáis a hacerlo, espero que me contéis que tal os ha ido con la experiencia.

Besos y nos vemos en la siguiente receta dulce.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por este fantástico robot...es precioso!! seguro que le das buen uso con unos postres fantásticos...tu familia se alegrará de habértelo regalado

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    1. Gracias guapisima, llevas razón, en que le voy a dar buen uso, por eso supongo que se han apiadado de mi y me lo han regalado, ya saben que si sin tenerlo les hacia un montón de cosas, ahora ya no tendrán ni que pedirlo, jajajajaja

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